11 diciembre, 2024
Notcias

Reforma Previsional y una carrera contra el tiempo

La reforma previsional, es quizás, el gran bastión que le queda a la actual administración y su programa de gobierno y si no se apura el tranco y la  discusión se desideologiza en pos de actuales y futuros pensionados, quedará como una más de las promesas incumplidas en nuestra historia republicana.

Esto, porque el debate en torno a la reforma previsional volvió a estancarse al seguir sin consenso el porcentaje de la cotización adicional que debe ir a las cuentas individuales y cuánto a un fondo común o seguro de longevidad para pagar pensiones actuales.

Y en medio de lo que parece ser un camino sin salida y una carrera que empieza a correrse contra el tiempo, han comenzado a surgir algunas propuestas.

Una de ellas es la del senador de Renovación Nacional (RN) Francisco Chahuán, quien fundamentalmente apunta a una distribución de un 4% para las cuentas individuales y un 2% para el seguro de longevidad que volvió a considerarse durante las últimas semanas luego de no haber sido muy tomado en cuenta por los parlamentarios y que apuntaría a otorgar recursos a aquellos jubilados que sobrepasen el umbral determinado por las tablas.

Esta alternativa surge como opción a una pugna sin fin entre el Gobierno y la oposición en torno al 6% de cotización adicional que se plantea. Por una parte, el Ejecutivo no quiere moverse de su idea de destinar 3% a ahorro individual y 3% a reparto, mientras que, en general, la oposición ha cerrado filas en destinar el 6% íntegro a capitalización individual. Por lo que lo planteado por el legislador asoma como una apertura al respecto.

Y desde una parte del oficialismo, puntualmente desde el Socialismo Democrático, algunos parlamentarios han puesto sobre la mesa su intención de ser flexibles si es que lo que se busca es avanzar con la reforma. Los senadores Ricardo Lagos Weber (PPD) y Gastón Saavedra (PS) no miran con malos ojos la propuesta de Chahuán.

Pero no es la única opción, ya que la economista Andrea Repetto –escuchada en estas materias por la administración Boric- ha puesto énfasis  en un “componente temporal” para el fondo común y también en la importancia de que el 6% de cotización adicional incluya recursos para un fondo común, aunque sin entregar un guarismo específico de preferencia.

“Un componente temporal del fondo común tendría por objeto suplir las bajas tasas de reemplazo de grupos medios de personas ya jubiliadas o próximas a hacerlo. La demografía (…) no es problema, pues se trata de un beneficio transitorio para una sola generación”, expuso en una carta a El Mercurio.

En la misma misiva añadió que “al mismo tiempo, un componente permanente de carácter intrageneracional repararía las inequidades que se producen cuando hombres y mujeres que han realizado el mismo esfuerzo de ahorro obtienen pensiones distintas. También fomentaría las cotizaciones y la formalidad entregando prestaciones solo a quienes contribuyen y distribuyendo beneficios adicionales a quienes tienen salarios más bajos”.

Por último, recalcó que “destinar una parte relevante del 6% adicional a un fondo común supera alternativas como la expansión de la PGU y la creación de un seguro de longevidad porque, al focalizar y dar incentivos, atiende a los desafíos de pensiones actuales y futuras a un menor costo”.

Otra propuesta en busca de consensos es la que también hizo hace unas semanas el economista Bernardo Fontaine. Su idea es que la cotización adicional sea de un 4% y en lugar de 6%. Y que de ese porcentaje un punto porcentual se le preste al Estado para aumentar las pensiones de los actuales jubilados.

De esta manera, el porcentaje prestado al Estado sería devuelto al momento de tramitar la jubilación. En esa instancia la Tesorería General de la República determina cuánto vale el 1% prestado al Gobierno, con intereses. Así, la cifra se transfiere al fondo previsional de la persona y, junto a su ahorro total, determina su pensión.

¿Y LA RENTABILIDAD?

Mucho podemos discutir respecto a cuántos puntos porcentuales destinamos a cotización individual y a reparto o solidaridad, pero nada de esto solucionará como arte de magia el tema de las pensiones presentes y futuras, ya que solo estaremos solucionando el presente y volveremos a necesitar de otra reforma previsional.

Esto, porque ya hay economistas que pronostican tasas de reemplazo aún mas bajas para las próximas generaciones por lo que nada se avanzaría con puntos de cotización «para mejorar pensiones actuales a costa de los futuros jubilados. Los propios estudios del Gobierno muestran que van a estar peor», afirma Cecilia Cifuentes, directora ejecutiva del Centro de Estudios Financieros ESE Business School de la Uandes.

Mientras que para Tomás Flores, economista de LyD, «lo que traba el proyecto es lo mismo que ha trabado los proyectos anteriores (…) El conflicto no es nuevo. Es el mismo que vuelve a aparecer». Y respecto al 2% de cotización para un seguro de longevidad dice que «puede que no alcancen. Puede llegar a costar más de 2 puntos de la cotización».

Y en relación a una cotización a un fondo común que sea transitoria, dice que «nunca se va a eliminar. Es como los impuestos transitorios. Las necesidades son infinitas, los recursos son limitados. Es una falsa promesa».

Aquí es donde aparece lo que hace meses hemos expuesto como asesores previsionales, hay que entrar en la discusión de buscar mecanismos para buscar una mejor y mayor rentabilidad de los fondos de pensiones.

Está claro que de parte de quienes guían actualmente la reforma esto difícilmente ocurra por sus anteojeras ideológicas, pero sentimos que se debe analizar que fondos de pensiones nacionales inviertan como propietarios o copropietarios en proyectos de alta rentabilidad.

Así reciben altas utilidades de estos proyecto y no ganancias -siempre de menor cuantía- como prestamistas: litio, hidrógeno verde, nuevas autopistas, innovaciones tecnológicas, etcétera.

  

Equipo Jubilar

El equipo de Jubilar.cl está compuesto por los asesores previsionales César Galleguillos y Viviana Vargas junto al periodista Rafael Hormazábal.

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