Reforma de Pensiones: Falta conocer detalles

La noche del miércoles y a través de cadena nacional el presidente Sebastián Piñera dio a conocer la propuesta de reforma de pensiones –iniciada en diciembre y hasta 2022 con el Pilar Solidario– que buscará impulsar el gobierno, entre otras, un aumento de 6% en las cotizaciones donde la mitad iría a solidaridad.

Modificaciones que a nuestro parecer van en el camino correcto, pero donde aún falta conocer la bajada del proyecto, lo que muchos llaman “la letra chica”.

Esto, porque tal como creemos y hemos sostenido en más de una oportunidad, cualquier reforma al sistema debe contemplar no solo solidaridad –bien enfocada y sin excepciones- sino también capitalización individual.

Porque no desconocemos que el sistema requiere sí o sí solidaridad, pero no podemos estar de acuerdo con una política opositora que hasta donde conocemos, sólo habla en esos términos. Y por una simple razón: Es pan para hoy y hambre para mañana.

Y no hay que ser un experto para llegar a esa conclusión, ya que tal como mencionó la ministra del Trabajo, María José Zaldivar, “es bien importante tener presente que lo que tenemos que buscar es un sistema de pensiones que nos permita mejorar y garantizar pensiones no sólo a los actuales pensionados sino también a los del futuro”.

Es imposible que destinando la totalidad de los recursos a un fondo solidario podamos garantizarle una mejor pensión a quienes actualmente son trabajadores y cuya edad hoy puede llegar a los 40 años  si no aumentamos su ahorro personal.

Así como también es insostenible pensar que solo con capitalización individual habrá un alza sustancial en el valor de las pensiones. Para lograr eso no solo se requiere un porcentaje mayor de cotizaciones, también se necesitan imperiosamente mejores sueldos, pocas lagunas previsionales y algo que también plantea esta reforma, devolución de comisiones ante rentabilidad negativa.

¿Por qué cuando nuestro dinero futuro está en juego debemos aceptar que se nos cobre comisión ante malas decisiones de mercado que reportan pérdidas? Algo a lo que Zaldivar respondió que “un periodo de 12 meses para evaluar nos parece un periodo absolutamente razonable y donde ciertas inversiones puntuales que han bajado se pueden recuperar, pero si se han mantenido negativas durante todo ese tiempo claramente es porque no se han hecho las cosas como corresponden”.

Ahora bien, la solidaridad no tendrá fondos de un día para otro si no interviene el Estado, algo que se anunció ocurrirá, pero que significa aumentar aún más su carga económica teniendo claro el principio básico de la economía que es “administrar recursos escasos para múltiples necesidades”.

Porque será un fondo colectivo que ayudará tanto a beneficiarios del Pilar Solidario como a pensiones autofinanciadas con 2 UF a hombres con más de 12 años cotizando ($56.655) y a mujeres con 2,5 UF y más de 8 años en el sistema ($70.818).

El presidente mencionó que todos se verán beneficiados, pero la experiencia en nuestro país nos hace querer ver para creer. Porque es precisamente esa clase media a la que todos los gobernantes le han fallado.

Ese grupo mayoritario que cuenta con una vivienda y/o un auto de su propiedad pagado con su propio esfuerzo, pero que le juega en contra para cualquier beneficio social al que quiere postular ya que junto a su renta o no, lo dejan inmediatamente fuera de cualquier ayuda.

Queremos creer que a ese pensionado con 300 mil pesos o menos e incluso más, independiente de los bienes y monto que recibirá también se le ayudará y no se encontrará en el futuro con alguna traba que le impida vivir dignamente.

Porque al que hoy está trabajando y observa a futuro solidaridad en el sistema, quién le garantiza que si parte del aumento se fue a este fondo, él sea beneficiario llegado el momento y no será excluido discriminatoriamente por tener solo “un poquito más”, porque con 500 o 600 mil pesos tampoco se vive como millonario y donde además ese 3% no entrará en la heredabilidad de las pensiones.

Donde sí creemos que todos debieran aplaudir esta reforma, tanto de derecha como izquierda, es en la opción de permitir un cálculo especial en caso de enfermedades terminales para así  aumentar la pensión y realizar el retiro de un excedente cuando corresponda y que el 6% adicional sea administrado por un nuevo ente absolutamente público y autónomo.

Por último, y en algo que siendo partícipes del sistema previsional y cívico del país no podemos dejar pasar es que nos hablen de un monto sobre  la línea de pobreza ($168.000), cuando si bien esa cifra está pensada en una persona, en un hogar promedio chileno con 4 personas sube automáticamente a $443.282, un monto infinitamente superior y más digno, aunque no suficiente.

Porque si consideramos esa primera cifra como línea de la pobreza vs $301.000 del sueldo mínimo (que es bruto) alguien podría pensar que en pleno 2020, aquellas ¿son cifras para vivir dignamente como sueldo o pensión?